LA ESCUELA FRENTE A LA PANDEMIA
Queremos dejar algo en claro, la escuela está abierta.
Porque cuando decimos "escuela" no hablamos de un edificio, ese que nos alberga y nos contiene físicamente, nos referimos a las personas, niños y adultos que la transitamos cotidianamente y con quienes ahora nos toca vernos desde otro lugar, quizás hasta más cercano, porque lejos de la vorágine cotidiana, este alejamiento-acercamiento nos permite apreciar las trayectorias particulares, tan dispares, y que muchas veces vemos detrás de un lente deformante por la vorágine propia de la dinámica escolar, y que hoy a la luz de esta nueva realidad nos permite un espacio más cercano. Un espacio en el que es posible interactuar con este niño que no es ajeno ni a la angustia, ni al miedo, ni a la incertidumbre de sus padres, un espacio que es tomado por el maestro-profesor que hay que decirlo, hoy no deja de enseñar ni de aprender.
Porque más allá de cumplir con los contenidos, de lo que se trata es de empatizar con este niño , de acercarnos, de hablar con él, de hacerle saber que no es el único en este camino, y por eso y para eso es que abordamos las nuevas tecnologías, y es que a través de las redes sociales, classroom, zoom, WhatsApp, Paddlet, proponemos un ida y vuelta, “sé que estás ahí, con miedo, con incertidumbre, pero yo estoy de este lado para que sepas que estoy junto a vos, y sé lo que estás pasando, porque lo estamos pasando juntos.
Y la tecnología está para ayudarnos a encontrar el camino, porque los contenidos son importantes. Y tan importante como los contenidos es tener en cuenta al niño que tenemos la responsabilidad de enseñar, y eso, los maestros lo sabemos muy bien.
