AJEDREZ en las ESCUELAS
Es reconocido entre los especialistas en educación, la importancia del Ajedrez no sólo por sus posibilidades lúdicas sino por las herramientas cognitivas que permiten desarrollar en los niños. Numerosas veces se lo ha emparentado con el pensamiento matemático y es sabido que uno de los calificativos que recibe es el de “juego-ciencia”. Pero, además, el Ajedrez permite acercar a los niños con otras esferas de la cultura (su historia y las leyendas que se cuentan sobre este juego, las formas que adquiere en otros lugares y culturas, los relatos de quienes se destacaron en este juego, etc.). El “jugar al ajedrez” es sumamente propicio para que la imaginación y la creatividad del niño sean liberadas y estimuladas; y al ser un juego que se hace necesariamente con otro, el jugador debe reconocer los límites a sus proyectos e ideas, debe aprender a planificar sus acciones considerando y anticipándose a la actuación del otro. Es precisamente esta dimensión lúdica la que permite la búsqueda de acuerdos con los otros, respetando los intercambios y encontrando en “la posibilidad de seguir jugando” la construcción de estrategias para resolver conflictos entre pares.